En nuestro universo existen muchos cuerpos que están, por decirlo así, “navegando” en él. Los asteroides son unos de ellos. Éstos son cuerpos rocosos y carbonáceos o metálicos que orbitan alrededor del Sol. Hay millones de ellos en nuestra galaxia. Están “por todas partes”. Todos ellos están siempre en movimiento, por lo que hay alguna probabilidad que alguno impacte en nuestro precioso planeta.
Diría que la probabilidad es de un 50%. Aunque los asteroides son más pequeños que la Tierra, causaría enormes consecuencias. Si es grande, hasta podría dejar en tan solo 5 minutos la Tierra desierta, sin sobrevivientes siquiera. Empezaría destruyendo todas las edificaciones, después a las plantas y animales, y por último a nosotros. Pero claro, el que un asteroide muy grande impacte con la Tierra y provoque toda esta catástrofe se reduce a un 10%.
La verdad es que en esta vida podría ocurrir, porque, como se suele decir, nada es imposible. Todo puede pasar, y más sabiendo que nuestro universo está plagado por miles de ellos. Lo único que deseo es que ninguno de ellos se desvíe de su trayectoria.
Pero los asteroides no son los únicos que pueden amenazar a nuestro maravilloso planeta. También están los famosos agujeros negros. Creo que me dan más miedo esos que los anteriores. Estos malignos elementos de nuestro universo, se han “tragado” numerosos cuerpos, y no queda descartado que no lo hagan con nosotros.
Si nos ponemos a pensar en eso, estaríamos todo el día asustados. No podríamos dormir por las noches. Se puede decir, que es mejor, casi, pensar que esto no puede acabar así, sin seres humanos y sin ningún ser vivo. Prefiero creer que nuestro hogar no puede quedar reducido a nada. La Tierra está expuesta a muchos peligros, entre ellos el humano; no obstante, sería difícil que todo terminara en un Apocalipsis total.
Por ello, pienso que deberíamos ayudar, poner nuestro granito de arena, para que este planeta dure muchísimo tiempo, por no decir eternamente. Es nuestro deber dejar este planeta, “en condiciones”, para la generación que nos sucede.
