La Educación... ¿es necesario alguna reforma

06.12.2012 21:24

 

 
Señoras y señores, niños y niñas, aquí estamos una semana más en nuestra web para hablar de otro tema de actualidad que nos interesa y de qué manera a todos, pero sobre todo a los que somos estudiantes.
 
El tema es la educación y el dinero que se paga por ella. Y es que la cuestión ha surgido esta misma mañana hablando con un profesor. Nuestro maestro decía que la educación hoy es un asco porque, según él, tenemos unos políticos que piensan que todos los alumnos son muy buenos, y que por eso quieren que la educación sea totalmente gratuita. Pero que esto no tiene nada que ver con la realidad. También argumentaba diciendo que si hubiera que pagar, por ejemplo, 10 euros al mes para que los niños fueran a clase y un niño no lo aprovechara, decía él que su padre le “pegaría dos guantazos”, y que entonces el niño seguro que estudiaría más. La verdad es que aunque parezca gracioso, estoy bastante de acuerdo con las palabras de este sabio profesor. Hoy día, muchas personas vienen a los institutos a calentar una silla porque creen que es gratis, cosa que es falsa. Se dice que cada alumno que está en una mesa con una silla en un instituto cuesta unos 5000 euros. Para que luego el chuleta de turno venga a no hacer nada a clase.
 
También estoy a favor en que se reduzca la edad mínima para trabajar. Esto lo digo porque he podido comprobar que hay niños que desde los 13 años tienen claro que no quieren estudiar. Y encima, los padres los apoyan y les buscan a veces un trabajo para cuando acaben de estudiar, o sencillamente los dejan que ni trabajen ni estudien cuando acaben. Cada uno es libre de hacer lo que quiera con su vida. No obstante, gran parte del problema lo tienen los políticos, que han hecho esta ley en nuestro país, que propicia que los niños no vengan a hacer nada al instituto, y lo peor es que los niños molestan también a todos los que los rodean, y entre ellos a niños que sí quieren estudiar de verdad.
 
También muchos amargan a los pobres profesores, ya que no les dejan dar su clase, lo que crea en ellos frustración y sentimientos negativos. Tales son sus malas sensaciones que algunos quieren dejar de practicar su oficio, sin importarles ya el trabajo que les han costado llegar a donde están. Otros se vuelven un poco locos, sobre todo con el paso del tiempo, y más, después de tirarse largas décadas dando clase sin parar. Sin embargo, todo esto podría acabarse de una vez. La forma es tocándonos dónde más nos duele: el dinero. Un ejemplo de la diferencia de tener que pagar o no, es el de las bolsas del supermercado. Las bolsas de supermercado valen unos 3 céntimos. Antes, las familias iban a comprar siempre sus cosas y sin importarles nada, cogían todas las bolsas que les parecía conveniente. Hasta que, un día, les cortaron el rollo. Pusieron que el precio de las bolsas sería de 3 céntimos. A partir de ese momento, todo el mundo se llevaba sus cestas y otras bolsas que tenían para hacer las compras, ¡y eso que valen solo 3 céntimos!
 
Pues si solamente nos pidieran 10 euros por ir al instituto cada mes, seguro que el padre que viera que su hijo no lo aprovecha tomaría medidas serias… En fin, esta sería una buena solución, aunque los que mandan ahora mismo son los gobiernos, y no parece que estén mucho por la labor de tomar cartas en el asunto…